1 de julio de 2011. A priori puede que esta fecha pase desapercibida, pero ese día se produjo un acontecimiento en Berriozar que probablemente marcará a las generaciones futuras de la comarca. Esa jornada se hizo efectiva la decisión del departamento de Educación del Gobierno de Navarra de suprimir el colegio público de Infantil y Primaria Mendialdea, tras 35 años de historia, para crear dos centros diferenciados: Mendialdea I (con modelos A, castellano con euskera como asignatura; G, castellano; y TIL) y Mendialdea II (modelo D, euskera con castellano como asignatura). Desde entonces, las comunidades educativas de ambos centros trabajan «con muchas ganas e ilusión» para cimentar las bases de sus respectivos proyectos pedagógicos, buscando su propia identidad, pero a sabiendas de que deben compartir un mismo edificio. Todo un reto de convivencia.
El espacio del viejo Mendialdea se ha repartido atendiendo al criterio de «poder tener tres líneas en cada curso», expone el director de Mendialdea II, Zigor Gartzia. No obstante hay zonas que comparten, aunque no al mismo tiempo. Se trata del comedor, el gimnasio, el frontón, el patio y el salón de actos.
MENDIALDEA II
«Nuestra apuesta es pedagógica»
El director de Medialdea II afronta «con muchas ganas e ilusión» el futuro, pero también sabedor de que se trata de un proyecto que acarrea una gran «responsabilidad». Zigor Gartzia explica que, en su caso, plantearon la división basándose en tres argumentos: la convivencia de lo que es la comunidad educativa de todo Berriozar, la dificultad de manejar un centro de 900 alumnos y 80 profesores y el proyecto lingüístico plurilingüe, «con el euskera como eje principal y luego castellano e inglés».
Respecto al reparto de los espacios, indicó que se ha visto condicionado por que «cada centro pudiera tener tres líneas en cada curso» y aunque el resultado «no es el más adecuado -en su caso, Infantil se encuentra en tres zonas diferentes-, prima la apuesta pedagógica que hacemos». Al respecto, expone que han puesto en marcha iniciativas como «proyectos en Infantil o en Primaria», pero «nos falta cohesionar o darle una forma conjunta, una identidad de centro, nos falta eso y la tarea importante va a ser esa». Una labor que desempeñarán con ahínco para conseguir que «el centro dé respuesta a las necesidades de los niños en cada nivel». «Nuestra apuesta es pedagógica. Apostamos por que los alumnos sean plurilingües y aptos para abordar cualquier tema o tarea cotidiana de lo que va a ser el futuro e igualmente la convivencia», menciona Gartzia, que añade al respecto que «estamos conviviendo en Berriozar, pero tenemos nuestra seña de identidad, en este caso el euskera, y es una comunidad que es real, que está ahí y que quiere vivir en euskera, sin descartar ninguna de las otras e incluso impulsando las otras e impulsando la convivencia, pero con una identidad bien clara euskaldun».
En cuanto al modo de estructurar el edificio, el director aboga por llevar las dos direcciones a la planta baja para acercarlas a los padres y a la ciudadanía, así como por cambiar la organización del transporte escolar, de manera que en lugar de hacerlo «dependiendo del nivel educativo», se haga atendiendo al centro o, mejor dicho, a las familias, para que «un padre no tenga que ir a distintas horas a la parada».
Sumamente ilusionados con esta nueva etapa, los dos centros han comenzado a escribir su propia historia: «Son caminos separados porque los proyectos son distintos, ni mejores, ni peores; cada uno tiene su identidad», concluyó Gartzia. Y, en esa línea, la posibilidad de elegir sus propios nombres está abierta.
Fuente: Diario de Noticias
Mendialdea I y II: dos colegios en busca de su propia identidad
1 de julio de 2011. A priori puede que esta fecha pase desapercibida, pero ese día se produjo un acontecimiento en Berriozar que probablemente marcará a las generaciones futuras de la comarca. Esa jornada se hizo efectiva la decisión del departamento de Educación del Gobierno de Navarra de suprimir el colegio público de Infantil y Primaria Mendialdea, tras 35 años de historia, para crear dos centros diferenciados: Mendialdea I (con modelos A, castellano con euskera como asignatura; G, castellano; y TIL) y Mendialdea II (modelo D, euskera con castellano como asignatura). Desde entonces, las comunidades educativas de ambos centros trabajan «con muchas ganas e ilusión» para cimentar las bases de sus respectivos proyectos pedagógicos, buscando su propia identidad, pero a sabiendas de que deben compartir un mismo edificio. Todo un reto de convivencia. Continue reading «Mendialdea I y II: dos colegios en busca de su propia identidad» →